jueves, 5 de enero de 2017

Receta para los días de tristeza.

Como un antiguo alquimista
Selecciono marchitas flores de hibisco
Hojas de menta y diente de león,
Un lozano pétalo de melisa
Y unas ramas pequeñitas de romero
Un poco de ralladura de jengibre
Y agua en ebullición,
Infusión perfecta que entibia los días tristes.




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 ¿Quién le abrió un cauce al aguacero
y un camino a los relámpagos y a los truenos,
haciendo llover sobre la tierra deshabitada,
sobre el desierto, donde no vive ningún ser humano,
para saciar la tierra desierta y sin cultivo
y para hacer que brote la tierna hierba?


Job 38:25-27
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2 comentarios:

sonia dijo...

El Dios que cuida las aves, llena los ríos y hace florecer el desierto sacia mi espíritu y mi alma.
El Dios de mi juventud y de mi edad madura, cada instante. En tiempo de tristeza y de alegría, en soledad y en compañía, cuando tengo poco y nada y en abundancia...
Las yerbitas me recuerdan que el Creador se ocupa de todo!
Gracias amiga!!!
Sin duda alguna la prepararé y disfrutaré pensando en tí!

ojo humano dijo...

Querida, un placer recordarte y tal vez pronto tomarnos una infusión que está pendiente.
Un abrazo