martes, 10 de enero de 2017

Tía.

El calor no da tregua, miro por la ventana, resplandecen las buganvillas, no sé cómo soportan la resolana todo el día.
Me resguardo en la parte menos soleada de la casa, preparo una limonada y espero la llamada.
Tengo la certeza que llamará, tal vez tarde un poco, no tengo prisa, solo una ligera ansiedad, bebo lentamente, siento el ácido en la garganta, no me importa, solo deseo que el teléfono suene.

Observo el teclado negro, tiene una leve capa de polvillo, debo limpiarlo más seguido.
Alguien grita en la calle entre los autos “a los ricos helados”. Los automovilistas compran, cualquier hielo sirve para disminuir el bochorno.
Siento la melodía pegajosa de la llamada, respondo con mi mejor voz, tratando que no se note el temblor. -Tengo buenas noticias -oigo la voz lejana-, ha nacido.
Felicitaciones, eres tía de una preciosa niña.


-----------------------------------------------------------------------


Hay un momento bajo el cielo para toda actividad:
 El momento en que se nace,
y el momento en que se muere;
el momento en que se planta,
y el momento en que se cosecha;
 el momento en que se  ...

 Eclesiastés 3:1-2
------------------------------------------------------------------------------



3 comentarios:

Susana dijo...

No hay mejor noticia. Un beso.

Fernando dijo...

Muchas felicidades, querida Ojo Humano. Por tu emoción comprendo que es tu primer sobrino. Que Dios ayude a esta niña a tener una vida buena.

Qué emoción. Estoy seguro que recordarás ese momento, el momento de la noticia, durante todos los años de tu vida, igual que me ocurre a mí con las veces en que me comunicaron los nacimientos de mis tres sobrinos.

Fernando dijo...

Estaré una semana fuera del blog, Ojo Humano. Hasta la vuelta.