viernes, 27 de abril de 2018

Reinventarse.

No se amolden al mundo actual, 
sino sean transformados mediante la renovación de su mente.
 Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, 
buena, 
agradable 
y perfecta.
Romanos 12:2 (NVI)


Al varón de las cuarenta enfermedades le ha costado asumir su nueva vida.
Convaleciente espera.
Espera volver a su posición de joven, invulnerable.
Tal vez su rehabilitación sea larga.
Tal vez nunca se recupere.
Aceptar las nuevas condiciones es una tarea diferida en el tiempo, malhumorada y frustrante, más si es el tema de salud. Sentirse disminuido, limitado, débil y dependiente de otras personas es humillante.
La humillación es una escuela durísima cuando se ha tenido el orgullo de ser aquellos "muchachos del verano" de los que habla el poeta.

¿Cómo logra reinventarse?
No veo que lo intente.
La edad va adaptando otras costumbres, rutinas que dan cierta seguridad, acomodo, manipulación social. Y una marcada presión a de los hijos.
¿Cómo traspasar el límite mental entre la vida antigua y la presente?





(Pintura de: Alexej von Jawlensky)

2 comentarios:

Silvia Parque dijo...

La edad, los sistemas sociales, la realidad del inconsciente... nos van mostrando nuestro lugar en el mundo y al menos a mí, cuánto dependo de Dios.

ojo humano dijo...

Cierto, Silvia.
La vida nos aterriza y nos va condicionando. Está en nosotros vivir lo más sabiamente posible...aunque igual hacemos tonterías.
Buen fin de semana.